LA PIRÁMIDE
El dinero no es la raíz de todo mal, el dinero es la ruta hacia toda libertad
En la cultura popular, se pone una gran cantidad de atención en la creencia de los Illuminati de que el dinero no es malo. Algunos ven nuestro estímulo al trabajo y la riqueza como una promoción del egoísmo, pasando por alto el verdadero significado de la Pirámide y sus mensajes subyacentes que motivan nuestra diligencia.
En los principios de los Illuminati, la riqueza no es simplemente un medio de enriquecimiento personal. En cambio, el dinero es una herramienta que se puede utilizar para cumplir con el deber de cada persona para el avance de la especie humana.
La búsqueda egoísta del dinero es una meta hueca, pero la búsqueda de la bondad que el dinero puede crear es una de las mayores responsabilidades de la humanidad.
Cuanto más dinero posee una persona, más capacidad tiene para cambiar positivamente la vida de quienes la necesitan. Si eres pobre y de buen corazón, y la casa de tu amigo se quema en un incendio, seguirás siendo una buena persona pero no podrás ayudarlos con lo que más necesitan. Si la misma casa se quema pero usted es rico, puede darle a su amigo un lugar para quedarse y un nuevo hogar porque tiene más que suficiente para usted y para cualquier persona a su alrededor que lo necesite.
El dinero no tiene sentimientos, ni voz, ni alma: su elección entre el bien o el mal la deciden quienes lo usan.
Aunque no está mal ser pobre, la celebración de la pobreza se basa en el egoísmo. Una persona pobre puede salvar una vida, pero una persona rica puede construir un hospital y salvar diez mil. Los pobres pueden hacer poco para ayudar a los pobres, pero los ricos pueden ayudar a todos los que puedan. Si una persona es rica, tiene la oportunidad de hacer el bien, pero si es pobre no puede ayudar a nadie más que a sí misma.
Aquellos con poco aún pueden hacer mucho. El dinero es simplemente papel y números que se cambian por el tiempo y el esfuerzo de una persona. Por lo tanto, si una persona no tiene dinero, puede usar su tiempo y esfuerzos para promover el avance de la humanidad, acciones positivas que son de igual valor que cualquier donación caritativa.
Cuanto mayor es la fortuna de una persona, mayor es su responsabilidad hacia sus semejantes. Al igual que la Pirámide, aquellos con el mayor poder pueden hacer el mayor bien para la mayor cantidad de personas que están debajo de ellos.